jueves, 16 de septiembre de 2010

Lee el futuro en los lefazos




Era un día como cualquier otro en Los Angeles: «Anal Ranger» John llegaba a su bungalow de West Hollywood acompañado de una turista de 18 años a quien había encontrado por pura casualidad volviendo de la compra y a la que le había parecido una maravillosa idea ser desvirgada analmente por un desconocido y ante una videocámara. La típica rutina del sur de California, vaya. El encuentro transcurrió como estaba previsto hasta que, llegado el clímax, además del semental, también el mozo de la limpieza entró en un inexplicable éxtasis místico al contemplar el momento de la eyaculación, y entonces, arrimándose al cuerpo de la neumática espontánea y sobrevolando con dedos temblorosos los dibujos que el esperma formaba en el lomo femenino, se puso a interpretar el porvenir de la actriz entre convulsiones y pasmos que su propia clarividencia le provocaba: «¡Alguien cercano te traicionará! ¡El hombre con el que estás... no te conviene! ¡Un familiar enfermará! ¡Recibirás un dinero inesperado! ¡Y los viajes! ¡Mucho cuidado con los viajes!»

Sólo por la teatralidad, el adivino de los lefazos ya podría haber saltado a la prensa internacional, pero es que, además, acertó algo. «En realidad, no estoy con ningún hombre; no tengo familia; el dinero que recibí ese mismo día no era inesperado precisamente...», relata la chica. «Pero, lo de los viajes... Hombre, ese día me colé en el autobús y me pilló el revisor.»

El pitoniso se llama Tommy Gil Figueroa, mexicano afincado en Los Angeles, y afirma haber tenido de siempre un sentido especial para lo sobrenatural: a los seis años le tongaron el dinero del desayuno por unos frijoles mágicos, y a los quince se fue al monte a avistar ovnis y, tras una laguna en su memoria que él identifica con el periodo de abducción, despertó en un motel, dentro de una bañera llena de hielo y con un riñón menos.

Su nueva profesión como gurú de esta nueva arte adivinatoria -la lefomancia, como la llama él- consolida su relación con el mundo de lo oculto. Mujeres de todo el país acuden a su gabinete recién fornicadas, sin pasarse un mal klínex, sólo para que Tommy lea el futuro en su salpicadura. Es absurdo; pero también lo es leer los posos del té, y no escandaliza a nadie.

***
El artículo está copiado-pegado de El jueves.


0 comentarios:



 

Kinky Spain Copyright © 2010 LKart Theme is Designed by Lasantha


Downloaded from free website templates